Mari Paz Díaz. Situada en pleno centro de Huelva, en la Avenida Italia de la capital, el edificio de la estación de Renfe es una de las joyas del patrimonio de Huelva, a pesar de que a veces pasa desapercibido para la mirada de los numerosos viandantes y conductores que cada día circulan o caminan ante su fachada.
Conocida popularmente como ‘Estación de Sevilla’, la estación Huelva-Término fue construida en el año 1888 en estilo neomudéjar. Su impulsor fue Guillermo Sundheim, que pretendía así ofrecer una conexión apropiada para el tráfico de personas y de mineral que llegaba a Huelva desde las minas de la provincia. Así, Sundheim encargó a los arquitectos Jaime Font y Pedro Soto un edificio que contó con destacadas reminiscencias a la arquitectura islámica, como arcos de entrada de herradura, fachada en ladrillo visto y almenas. En él destacaban dos torreones en los laterales mayores que la nave central.
Sobre sus características, la profesora de Historia del Arte de la Universidad de Valencia, Inmaculada Aguilar Civera, recoge que las estaciones de ferrocarril son una de las señas inequívocas de la llegada de un núcleo urbano a la contemporaneidad. Y, el caso onubense, destaca por ser una de las pioneras en España como arquitectura ferroviaria nacionalista-regionalista, empleando un lenguaje neomudéjar, reconocido como uno de los estilos nacionales desde que lo utilizara Lorenzo Álvarez Capra en el Pabellón Español de la Exposición Universal de Viena en 1873.
“El esquema compositivo de la fachada de la estación de Huelva mantiene los parámetros y criterios típicos: dos pabellones laterales de dos plantas unidos por un cuerpo central donde resalta la monumental puerta de entrada. El ladrillo, principal material de la obra, utiliza distintos aparejos imitando las formas mudéjares, creando tracerías, arcos y distintos motivos que se agrupan principalmente en la puerta principal, en los antepechos de vanos y en el remate de los pabellones extremos”, explica la profesora. Siendo así, la arquitectura ferroviaria de esta línea resulta de gran interés. Y, de hecho, la estación de Huelva fue una obra bien valorada y reseñada en las principales revistas especializadas del momento.

La antigua estación de ferrocarril de Plaza de Armas de Sevilla también se hizo en estilo neomudéjar.
La buena acogida que tuvo este proyecto onubense parece ser incluso la causa de que la estación de ferrocarril de Plaza de Armas de Sevilla también adoptara un modelo de estilo mudéjar. Inaugurada en 1901 es conocida popularmente como la Estación de Córdoba, si bien hoy en día ha sido reconvertida como centro comercial.
Todo ello pone de manifiesto que la de Huelva es una estación histórica que, de algún modo, marcó un antes y un después en la arquitectura española. Conocerlo nos permitirá valorarlo y protegerlo. Su futuro dependerá de nosotros.